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Rocío ALONSO LOPEZ
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3 mar. 2020
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Miu Miu despliega un cabaret en tiempos de guerra

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
3 mar. 2020

El show de Miu Miu del martes pareció un nuevo despertar, fue el último diseñado por Miuccia Prada como unica diseñadora en el gran Grupo Prada.


Miu Miu - otoño/invierno 2020 - París


Hace 10 días, Miuccia sorprendió a la industria de la moda al anunciar que ella y Raf Simons se convertirían en directores creativos conjuntos de Prada desde esta primavera, a partir del 1 de abril. Esa aventura conjunta no incumbe a Miu Miu, sin embargo, hubo cierto aire de fin de siglo en este show.

Resulta que Miuccia hizo su salida parcial por todo lo alto, mostrando todos los ángulos inusuales del particular ADN de Miu Miu. Una mezcla realmente única de chicas con clase, atrevidas y también trabajadoras. Todo terminó con un gran toque de decadencia.

Su elenco consistió principalmente en chicas de la noche, paseando con vestidos de satén arrugados, revelando escotes profundos, con abrigos abiertos, tambaleándose en plataformas gigantes, o botas negras con puntas plateadas.

Luego, tras conseguir un amante rico, aparecieron con abrigos de piel de oveja puntiagudos, escondiéndose bajo los vestidos de negligé bordados con cristales. Había un par de trajes de baño, especialmente una versión atrevida de marinero en azul marino llevado por Bella Hadid. Pero eran de lana y cachemir y nunca se sumergirían en una piscina.

Este fue uno de esos shows en los que el elenco parecía tener las pilas cargadas, claramente disfrutando de la sensación de libertad con la ropa. Todas llevaban los peinados con rizos de los años cuarenta de Veronica Lake, como chicas cuyo día comienza realmente después de la medianoche.

La banda sonora acompañaba a ese extraño ambiente: Time de David Bowie, Bitter Sweet de Roxy Music o Mein Herr de Cabaret, interpretada por Liza Minnelli. Ideal para estas criaturas de la noche, que desfilaron sobre una enorme alfombra art deco hecha a medida en el Conseil Economique, ubicado al otro lado del Sena desde la Torre Eiffel.

Considerando todo esto, fue un show admirable y una colección poderosa. Después de un brillante show de Prada en Milán surge la pregunta, ¿realmente Miuccia necesita un socio de diseño? ¿Quizás lo que realmente necesita es un cambio más radical de imagen y marketing?

Lo cual habíamos planeado preguntarle a la signora Prada. Pero por una vez, esta conversador voluble e ingenioso salió de su show inmediatamente. No recordamos la última vez que hizo eso.

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