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Rocío ALONSO LOPEZ
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26 feb. 2020
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Lanvin muestra una gran opulencia en Gobelins

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
26 feb. 2020

Hay pocas mentes más imaginativas en la moda hoy en día en París que Bruno Sialelli, que presentó una inspirada colección para la casa Lanvin en una fresca mañana de miércoles.


Lanvin otoño/invierno 2020 - París - Foto: Lanvin/ Instagram


Con un elenco de varias generaciones, organizó su show en la Manufacture des Gobelins, la legendaria fábrica de una de las mejores formas de arte real de Francia: el tapiz.

“Es un puente entre el pasado y el presente. Entre Jeanne Lanvin y yo”, explicó Sialelli, tras una larga marcha en medio de aplausos atronadores ante una serie de magníficos tapices en la entrada de Gobelins.

Sialelli analizó gran parte del archivo de la casa, desde las elegantes siluetas hasta el logo y la caligrafía que descubrió en un libro que la fundadora Jeanne Lanvin, había desarrollado con una de sus colaboradoras, la escritora intelectual francesa Louise de Vilmorin. Usando esos estampados en vestidos perfectamente cortados y pañuelos de seda.

Su elenco varió desde una veterana de Lanvin desde hace dos décadas, Maggie Rizer, impresionante en un elegante abrigo negro de cachemir de doble cara; hasta Imaan Hammam ,con un impresionante vestido de seda hecho con un increíble estampado de bestiario, pasando por Gigi y Bella Hadid, cuya madre se sentó en primera fila. Una primera fila que incluía a Zahia Dehar, Isabelle Huppert y Virgil Abloh.

En toda la colección había una afluencia exótica: vestidos de gasa blanca con forma de campana y mini capas de plumas, boleros de fieltro bellamente esculpidos y batas seductoras. La mayoría de los modelos llevaban en la cabeza versiones de cuero de cornetas medievales, al estilo de “El Regreso de Martin Guerre”. Terminando con dos batas blancas notables, para chica y chico, en un show mixto, hechas con plumas blancas pintadas de forma artística.

Cada modelo flotaba, ya que el elenco había sido rociado detrás del escenario con un nuevo aroma privado que el diseñador había creado.

“Me fascinaba la forma en que Jeanne Lanvin se elevaba. Nació en una familia pobre y, como hermana mayor, tenía que cuidar a los más pequeños. Cómo luchó para mejorarse a sí misma. Por supuesto, se casó bien, pero también tuvo una hija, Marguerite, y se dedicó a hacer ropa hermosa para ella”, explicó el diseñador.

El decorado, además, parecía ideal para la opulencia de la ropa. Les Gobelins es, en última instancia, la marca de lujo más antigua de Francia.

“Fue fundada por Louis XIV para apoyar a la industria francesa, y solía usar sus textiles para alentar a la gente a gastar más en ropa y moda. ¡Bueno! Les Gobelins es un verdadero lujo, ya que te permiten tomarte el tiempo que necesites para hacer las cosas a la perfección. No es como, '¡Hey! ¡Tenemos un show en tres meses!'” bromeó Sialelli entre risas.

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