Jacquemus abre París con una oda a la madre sensual

Tras tres semanas en las pasarelas internacionales del prêt-à-porter, la caravana de la moda llega a París para cerrar la temporada. Su primera parada ha sido el maravilloso y sensual desfile del francés Jacquemus dentro del Museo Picasso. El diseñador ha dedicado su colección para la primavera-verano 2018 a su madre Valérie.

A juzgar por la sofisticación y sensualidad de las prendas de esta nueva colección, Madame Jacquemus debió de haber sido pura elegancia, en la que el diseñador se ha inspirado para crear la colección más bella de toda su carrera.

“No creo que nunca haya visto a mi madre más guapa que aquellas noches tras un día de playa y, posiblemente, cuando estaba enamorada”. Noches en las que solíamos ir a dar un paseo al puerto, pasando las tiendas de regalos repletas de pendientes, cerámicas, pareos y cintas para el pelo. Esa era la mujer sobre la que quería hablar esta temporada. ‘La Bombe’, como la llamamos en el sur”, declaró el diseñador Simon Porte Jacquemus.

Jacquemus es algo así como un diseñador de culto en Francia, conocido por crear volúmenes exagerados y conceptos extravagantes. Fue maravilloso verlo reducir las formas para crear prendas tan favorecedoras, usadas por modelos que, claramente, adoraban lo que llevaban puesto; algo que siempre es una buena señal en un desfile.

La colección fue un perfecto ejercicio de drapeado: sencillas blusas, faldas wrap, pequeños vestidos cóctel de algodón monocolor y jerséis que rodean el torso con cuidado. Delicado pero muy sexy. El diseñador contrastó estos diseños con micro bolsos y accesorios asimétricos y ninguno de los pendientes y sandalias de tacón iban a juego. Las modelos llevaban pendientes en formas y materiales de lo más variado, como diseños de hierro forjado de estilo gótico, bolas futuristas, láminas doradas o robustas figuras rectangulares.

En un inteligente movimiento, Jacquemus colocó la fecha de su desfile en el último día de la Semana de la Moda de Milán, habitualmente el día elegido por críticos, editores y estilistas para tomarse un respiro y prepararse para la recta final de París. Con este movimiento, Jacquemus fue el único diseñador que desfiló este lunes 25 de septiembre en París. Mientras un grupo de equipos de televisión lo rodeaba en el patio del museo en los Marais comenzó a llover, pero nada pudo borrar el cálido ambiente que el desfile había dejado ni dañar la fiesta posterior que se alargó hasta las 2 de la mañana.

Todo sea dicho, la colección y el desfile fue una maravillosa manera de evocar el profundo amor parental. Simon hijo diseñó un vestido de lino beige para su madre Valérie cuando sólo tenía siete años. Su madre lo usó al día siguiente para llevar a Simon al colegio.

“Las ideas parecen sencillas, pero el drapeado fue muy complicado. Todos me conocen por realizar prendas muy constructivas, pero quería iluminar y simplificar esta temporada. Todos los pendientes vienen de los muebles y cortinas de mi madre, que cambiaba muy a menudo. Es por esto que no pueden ir a juego”, apuntó.

Valerie Jacquemus murió trágicamente a los 42 años en un accidente de coche, cuando su hijo Simon tenía 18 años. De vuelta a París desde su pequeña aldea de Bramejean, al norte de Marsella, Simon fundó su marca. Valerie siempre fue su primer y mayor admirador y sólo podría haberse sentido orgullosa de un hijo capaz de crear tan cautivadora colección.

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